CLASSICS. LA VALENTÍA O LA VULGARIZACIÓN

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

Se trata del quinto punto de la propaganda que Goebbels ideó para el partido nazi. Hay que destacar que la propaganda tiene que "adaptar su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida", y esta es la clave de lo que está ocurriendo desde hace muchos años, demasiados ya, en todos los medios en general, y en la televisión en particular, con ese monstruo devastador llamado AUDIENCIA. Ella, la Audiencia, considerada como individuo, es el menos inteligente de todos los individuos, y a ella va dirigida una programación cada vez más aburrida, simplona, absurda y falta de contenido, encaminada a embrutecer cada vez un poco más a la población, y a inocular el miedo a problemas irreales.

Soy muy mayor, lo reconozco, y poco atractivo como posible público de cualquier canal de TV. Por eso no la veo. Claudiqué hace mucho tiempo, harto de programas de salseo, de sucesos tremebundos, de concursos para descerebrados y de Realitys insultantes. Me eduqué con una televisión de dos canales, en blanco y negro, que emitía películas clásicas y modernas como norma, y debates tan interesantes como LA CLAVE y otros muchos. Vi NETWORK, UN MUNDO IMPLACABLE, cuando aquí se consideraba un título de ciencia ficción porque era impensable que pasara algo así con una televisión tan comprometida con la sociedad y tan apasionada con sus contenidos. Después llegaron las cadenas privadas, el monstruo de la Audiencia, y comenzó la vulgarización que tan bien le había funcionado a Goebbels. Poco a poco me fui retirando, en silencio, cada vez más asqueado, cada vez más triste, cada vez más convencido de tener un criterio que chocaba frontalmente con el de la Audiencia.

CLASSICS era para mí un islote en el que me encontraba a salvo, contento, cómodo y feliz. Ni siquiera me cae bien Garci. No puedo soportar algunos de sus títulos, ni algunas de sus aficiones, pero reconozco su gran amor por el cine, por el cine de todos los tiempos, y sólo por eso le admiro y le respeto. Su programa no iba dirigido a la Audiencia, porque el menos inteligente de los individuos, el que nunca ha visto otra cosa que no sea lo que le dicte el youtuber de turno al que sigue, jamás va a saber apreciar una película en blanco y negro, y si esas películas desaparecen de la pantalla, con más razón. No, no hay que pensar en la Audiencia actual para eliminar o no un programa, sino en las personas para las que ese programa ha empezado a formar, por alguna extraña razón que se nos escapa, parte de su vida.

No voy a pedir que se restituya CLASSICS. Soy mayor, y mi opinión ya no vale nada. No conozco las razones por las que un alto directivo de la cadena decide retirar de un manotazo un programa que nos encantaba a los que amamos el cine. Podría ser malpensado, y deducir que a algún iluminado se le ha ocurrido colocar en su lugar un concurso para vagos o un Reality ideado por alguna mente simple, pero no lo soy, aunque desde luego no me encaja que el motivo de la retirada sea la Audiencia, porque no creo que CLASSICS tenga menos audiencia que otros muchos programas de la misma cadena.

No apelo a la generosidad, ni a la empatía, ni a la cultura. Ni siquiera apelo al sentido común, porque eso es algo que ha desaparecido aplastado por la ignorancia y una mal entendida libertad. Apelo simplemente a la Valentía, a apostar por un proyecto, el de CLASSICS, destinado a educar a la Audiencia en lugar de embrutecerla. Educar, aunque sea a largo plazo. Motivar a conocer los clásicos con los que hemos crecido una enorme cantidad de población en todo el mundo, antes de que NETWORK se convirtiera en una triste realidad. 

Apelo a la Valentía frente a la Vulgarizacion, porque esta última es una apuesta muy cobarde y un suicidio a largo plazo.

Como dice una buena amiga, “Algunos dicen que no quieren ver televisiones de derechas. Madre mía, qué tendrá eso que ver. Si sólo consumiéramos productos culturales de gente afín a nuestra ideología, lo que nos íbamos a perder…!!

Me encantaba CLASSICS, pero soy una persona mayor y tengo recursos para sustituir su falta. La duda me surge al pensar si una cadena como TRECETV va a acabar sobreviviendo al eliminar el programa probablemente más atractivo de toda su parrilla. Por favor, pensadlo, y pensad en esa enorme minoría que ama y amará siempre el cine en blanco y negro.

 

 

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